Aleluyas al paso del Resucitado

Con un pie todavía en el sepulcro y otro en el aire, con manto de amplio vuelo y portando el estandarte victorioso de su triunfo frente a la muerte, apoteósico… así recorrió ayer mañana ‘El Palero’ las calles del casco antiguo de la ciudad, anunciando que Jesús ha resucitado. Mirando al cielo, como queriendo no ver las casas que ya no están tras el terremoto de mayo pasado, recorrió solemne la calle Corredera y la calle Álamo, para llegar a la Plaza de España.
Antes, compartió con los lorquinos y visitantes uno de los momentos más emotivos de la procesión del Domingo de Resurrección, el encuentro con su Madre en la plaza de la Concordia. La imagen de la Virgen de la Encarnación bajó en procesión por la calle Alfonso X el Sabio mientras Jesús Resucitado cruzaba el umbral de la iglesia de San Francisco, sede religiosa de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, donde pasó la noche anterior.
Las campanas de la torre campanario de San Francisco voltearon anunciando la buena nueva. Lo hicieron desde bien temprano, mientras desde lo más alto de la ciudad, el barrio de Santa María, se lanzaban cohetes. Las calles se llenaron de ‘aleluyas’ al paso de los dos titulares de la Archicofradía de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Asunción y Encarnación de Nuestra Señora.
Y todas las cofradías de la ciudad, blancos, azules, encarnados, morados y negros, rindieron homenaje con sus estandartes a la bella y muy notable escultura en madera tallada realizada en 1800 por Roque López. Curiosamente hoy se cumplen 73 años desde que otro Domingo de Pascua, el del 9 de abril de 1939, a las 9 de la mañana, se iniciara la procesión del Resucitado hasta la Plaza de España.
Era la única imagen salvada, y salió desde el único templo donde se había podido restablecer el culto, por haber padecido (menos destrucción) a causa haberla dedicado a comedor de pordioseros y refugiados, según relato del historiador lorquino Domingo Munuera.

Fuente: La verdad