ANIVERSARIO SINGULAR DEL ESTRENO DEL MANTO DE LA AMARGURA EN 1928

La Semana Santa de Lorca, tan pródiga en situaciones y anécdotas que se
repiten hasta la saciedad y que han llegado a crear numerosas leyendas
que la imaginación popular engrandece, ofrece acontecimientos harto
curioso y dignos de recordar. El próximo martes se cumplen 80 años del
estreno del manto de la Virgen de la Amargura, la imagen titular del
Paso Blanco.

Con independencia del interés del propio manto, una de las más
importantes obras del bordado lorquino de todos los tiempos, lo que se
sale de lo corriente es el hecho de que ese estreno no pudo hacerse en
la procesión del Viernes Santo del año 1928, porque una lluvia
torrencial el día antes obligó a suspenderla.

Pero era tal el interés y entusiasmo de los dirigentes de la
cofradía por sacar a la calle ese nuevo manto, que se había tardado en
bordar 18 años, que la procesión se trasladó al Domingo de Resurrección.

Cuenta Francisco Tudela en uno de sus libros sobre la cofradía
blanca que en 1925 el manto de la Virgen estaba terminado. Era
presidente en ese momento el abogado José María Campoy Gómez. Se acordó
estrenarlo ese año de 1925 pero los esfuerzos no dieron resultado y no
se celebraron las procesiones. En consecuencia se atrasó el estreno del
manto.

Lo que sí se hizo por la directiva blanca fue convocar un concurso
para la construcción de un trono para la Amargura. Se especificaba que
tenía que llevar un dosel y tener unas dimensiones acordes con las del
manto que ya estaba bordado. No se establecieron premios.

La interrupción de las procesiones continuó en años siguientes
hasta llegar a la víspera de la Semana Santa de 1928 en que la cofradía
blanca, por el tesón de su presidente señor Campoy acordó celebrar la
procesión de Viernes Santo y estrenar el manto, aunque todavía no se
había hecho el nuevo trono.

Y sigue contando Tudela que, para que se vea la precipitación, cosa
habitual en aquella época en las procesiones, el 31 de marzo, hubo una
reunión en la que se acordó la celebración de la procesión. Al día
siguiente, Domingo de Ramos, se hizo el anuncio, y el 2 de abril se
invitó al Paso Azul que contestó dos días después en sentido negativo.
El día 5 de abril, Jueves Santo, llovió intensamente, y el Viernes
Santo, se suspendió la procesión. El Sábado de Gloria se hizo la Salve
a la Virgen de la Amargura; y el Domingo de Resurrección, salió la
procesión.

Por primera vez en las procesiones la Salve a la Amargura se hace
antes de su procesión y por primera vez el palio, que por razones de
adecuación no se pudo poner en el trono, fue llevado a mano, suspendido
de sus cuatro barras de plata, por directivos vestidos de mayordomos.

En cuanto al manto hay que decir que está realizado a «punto
corto», totalmente bordado en sedas, orlado de una cenefa en oro, sobre
razos azul tejido especialmente para este fin. En la parte superior se
representa a Dios padre; en el centro el Santo Entierro y en la
inferior aparece un ángel con la Eucaristía. Tiene una longitud de 6,90
y un ancho de 3,50 metros y fue dirigido por el artista lorquino José
Cánovas.

Fuente: LaVerdad.es / A. S. / PACO ALONSO / AGM