Entrevista a Andrés Pacheco. Pregonero de la Semana Santa lorquina

El presidente de la Audiencia Provincial, el lorquino Andrés Pacheco Guevara, recibió el anuncio de que pregonará la Semana Santa lorquina con sorpresa. «Ni me lo esperaba, ni se me había pasado por la cabeza». No ha querido leer los pregones de sus antecesores, para intentar aportar una nueva visión de la Semana Santa de su tierra. Y lo hará, ya que hasta el momento a nadie se le había ocurrido plantearla como una representación escénica.
Sin duda, siendo un gran amante de la ópera, no podía concebir un pregón en el que el planteamiento no girara en torno a este género escénico. «Las procesiones lorquinas son como una magna representación de ópera viva. Cada acto lo concibo como un día grande de la Semana Santa».
-¿Se esperaba la llamada del presidente del Paso Blanco para pedirle que fuera pregonero de la Semana Santa lorquina?
-No. Ni me lo esperaba, ni se me había pasado por la cabeza. Cuando me llamó Juan Andrés Ibáñez Vilches [presidente del Paso Blanco] creí que era por algo que tenía que ver con mis hijas y la procesión, pero nunca me imaginé que me iba a pedir que fuera el pregonero de la Semana Santa de este año.
-…Y accedió.
-No podía negarme como lorquino que soy. Lo asumí con mucho orgullo, porque al proponerte algo así te están honrando, pero a la vez es una gran responsabilidad, una gran preocupación, porque no quiero herir a nadie.
-¿Cómo va a ser el pregón?
-El pregón lo voy a concebir como una representación escénica. Trataré de ser absolutamente objetivo y plantearé cada acto de lo que podría ser una ópera como un día grande de la Semana Santa. Las procesiones lorquinas son como una magna representación de ópera viva. Cada acto lo concibo como un día grande. Hay una escena, unos actores, figurantes… en nuestros desfiles están todos los ingredientes de un gran espectáculo.
-Es una nueva forma de contar cómo es la Semana Santa lorquina…
-No sé cómo la han plantado mis antecesores, ya que no he leído otros pregones. He preferido no hacerlo para poder intentar dar una nueva visión de lo que es nuestra Semana de Pasión. Pretendo terminar el pregón contando el significado de todo lo que ha ocurrido a lo largo de esos días.
-¿Dónde suele ver las procesiones de Lorca?
-Los Desfiles Bíblico Pasionales siempre los he visto desde los palcos y lo más cerca posible a la presidencia. Últimamente, por mi condición de presidente de la Audiencia Provincial acudo a la presidencia. Sin lugar a dudas es el mejor sitio donde presenciarlos. Creo que hay que situarse lo más cerca posible de la presidencia que es donde sucede todo. Ahí se ven las mejores piruetas, los mantos procesionan espectaculares y los carros pasan a velocidad de vértigo.
-¿Qué le recomendaría a los visitantes?
-Tienen que presenciar los desfiles con los lorquinos para que les expliquen su singularidad y el significado de cada personaje. Es fundamental, porque de lo contrario solo captarán una parte de todo lo que ocurre.
-Durante la Semana Santa, ¿hay momentos imprescindibles?.
-Presenciar la recogida de banderas no puede faltar. Y, por supuesto, la salida y encierro de las vírgenes en sus templos. Hay otros momentos que para mí son de gran importancia, como la subida al Calvario. Es impresionante por lo que lleva consigo. Es muy difícil explicárselo al forastero. Tenemos un Vía Crucis muy singular, muy original.
-¿Le preocupa que blancos y azules puedan mirar con lupa su pregón?
-Voy a tratar de ser absolutamente objetivo. Estoy acostumbrado por mi profesión. Lo miraré al dedillo, aunque cuando uno dicta una sentencia siempre hay alguien que sale perjudicado y se acuerda de tus antepasados.
-¿Cómo ve la ciudad casi dos años después de los terremotos?
-Poco a poco los lorquinos se están viniendo arriba, pero aún queda mucha tristeza y miedo, mucho miedo en el cuerpo. La gente se fue a Águilas, Totana, Puerto Lumbreras, Mazarrón… Fue un mazazo histórico que aún se percibe cuando vienes desde fuera.
-Parece que en Semana Santa el lorquino se olvida de todo lo que ocurrió.
-Es curioso pero se convierte en un paréntesis. No hay recursos, pero se están haciendo grandes esfuerzos por mostrar la mejor Semana Santa posible. Es una locura colectiva. Un acontecimiento de lujo. La rivalidad lleva a intentar darle en los morros al contrario. Es un pulso que mantiene vivo este fenómeno que es la Semana Santa lorquina.
-Y en esa rivalidad, los bordados cobran cada vez mayor protagonismo.
-Es lo que le da valor a ese fenómeno. El arte tiene sus coordenadas y exigencias. Creo que más vale estrenar dentro de dos años, que precipitarse. Los cánones del bordado lo pusieron Emilio Felices, del que soy sobrino nieto, y Cayuela. Ellos pusieron los cánones del bordado en oro y sedas. Son el referente que los directores artísticos deben seguir.
-Es lorquino, pero ahora vive en Murcia.
-Me gusta mi pueblo y me siento muy vinculado a esta ciudad. Suelo venir con frecuencia a mi casa, que está aquí, en Lorca. Aspiro a jubilarme algún día y poder regresar a disfrutar de mis amigos.

Fuente: La verdad