La ‘doble’ Semana Santa de 1917

Hace 91 años que se filmaron por primera vez las procesiones lorquinas Los desfiles volvieron a organizarse, una semana después, para aportar nuevas imágenes al rodaje.

En la primavera de 1917 ocurría un hecho sin igual. Se celebraba en la ciudad la Semana Santa por partida doble. Y es que en aquella fecha, hace 91 años, los Desfiles Bíblico Pasionales no salían una vez a la calle, a la entonces Alameda del Espartero, hoy Avenida de Juan Carlos I, sino dos.

El motivo fue la filmación de las procesiones de Semana Santa. Con ello, se pretendía inyectar un poco de ánimo en la sociedad lorquina. Es entonces, cuando un grupo de personas decide volver a sacar las procesiones de Semana Santa, valga lo que valga y con los medios económicos que sean preciso.

Se pone en marcha todo un mecanismo publicitario anunciando los desfiles desde febrero en la prensa regional y el proyecto de filmar las procesiones se convierte en un reto social importante. El grupo de personalidades que acaria la idea de la filmación de los desfiles se pone en contacto con los representantes de la casa Pathé Fréres en Madrid, solicitando un presupuesto para la filmación, centrándose sobre todo en las del Jueves y Viernes Santo.

La respuesta no se hace esperar, como publica la revista Tontolín el día 8 de abril de 1917. En el artículo periodístico aparece la carta que Alfredo San Martín, secretario de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Lorca recibe de la casa Pathé Fréres. En ella, agradece las deferencias por brindarles la oportunidad de impresionar las procesiones de Semana Santa.

El anuncio del alquiler de venta de palcos, tribunas y sillas, así como el ambiente en las semanas precedentes a la procesiones ocupa la prensa regional en los siguientes días, así como las crónicas de las corridas de toros del Sábado de Gloria y del Domingo de Resurrección. El jueves siguiente, una vez acabada la Semana Santa con todo su ritual, aparece un nuevo comentario periodístico en El Liberal. En él, se asegura que con objeto de impresionar una nueva película cinematográfica, se ha reunido la directiva del Paso Blanco. Los grupos procesionales volverán a desfilar por la Alameda de Espartero, para los que se pide la presencia de la «concurrencia».

Se hace referencia a una nueva cinta cinematográfica, pero también se cree que el largo recorrido de los desfiles, por el rápido oscurecer, o por posibles defectos en las primeras tomas, ¯éstas fueron insuficientes¯ se vuelve a organizar la procesión y, expresamente, para el rodaje.

Tanto El Liberal como Tontolín anuncian la celebración de los desfiles, «a fin de obtener una interesante película que en breve será proyectada en esta provincia». Todo el pueblo de Lorca se volcó en la recreación de la procesión que fue proyectada también en la Ciudad de Murcia.

La Batalla de las Flores

El motivo de que se visionase en la capital de la Región no era otro que el mismo equipo que había rodado las procesiones de Semana Santa de Lorca también había captado imágenes para un pequeño documental sobre la Batalla de las Flores de Murcia.

Sobre la cinta lorquina las crónicas de entonces cuentan que en la primera parte de la película aparecían varios talleres en los que se podían ver un «gran número de bellezas lorquinas entregadas al trabajo de los bordados». Se habla de la «perfección» con que está hecha la película, que permite ver en las tribunas y calles a «distinguidas personalidades murcianas» que a Lorca fueron «atraidas por la fama de sus fiestas».

No falta una vista panorámica de la Ciudad, y el desfilar por la pantallade los grupos alegóricos que forman las «renombradas» procesiones, pudiéndose admirar en conjunto y en detalle los riquísimos trajes, las artísticas carrozas y los elegantes jinetes montados sobre briosos caballos, según se apunta desde El Tiempo el 16 de mayo de 1917.

La película de forma ritual es durante muchos años, entre la Cuaresma y la Semana Santa, proyectada en el Teatro Guerra o en el Salón de Actualidades con un éxito continuado de público. La cinta se completaba con la proyección de otras películas de carácter religioso.

Esta curiosa anécdota que forma parte ya de la historia de Lorca y de su Semana Santa es contada con toda clase de detalles en el libro Lorca. En los tiempos del cine mudo, que escribió Manuel Muñoz Zielinski en 1999. La historia que nos ocupa en esta página es fielmente reflejada en el capítulo 1917 y la filmación de las procesiones de Semana Santa.

Es destacable que no exista ninguna crónica, ni crítica, ni nada similar, según detalla Zielinski en su libro, sobre el estreno de la película. El autor del libro lo achaca a «quizás, la continua reserva que mantiene la línea editorial de la prensa con respecto al cine».

El 2 de mayo de 1917 se anuncia la primera proyección en El Liberal de Murcia para el siguiente jueves. Unos días después del estreno se ofrece una función a beneficio de los Pasos Azul y Blanco. Poco después, en otra crónica periodística se señala que las funciones celebradas «se han visto muy concurridas por los espectadores».

Fuente: La Verdad / P. W. R. / Pedro Menchón