La restauración del órgano de San Francisco entra en su última fase

Los andamios, que permitirán el acceso a los técnicos hasta la caja, se colocarán este mediodía El instrumento, de principios del XVIII, es el único que queda en la ciudad de la decena que existían

La restauración del órgano barroco de la iglesia de San Francisco entra en su última fase con la puesta en valor de su caja. Este mediodía, se instalarán los andamios que permitirán a los restauradores llegar hasta el instrumento, situado sobre una pequeña tribuna en el coro alto del templo. Una vez la infraestructura esté perfectamente instalada, comenzarán los trabajos de restauración que se iniciarán mañana martes, según ha confirmado a La Verdad el presidente del Paso Azul, José Antonio Ruiz.

La recuperación de la caja, de madera de pino policromada y dorada, deberá estar concluida a finales de mayo. En esa fecha está previsto que comience el montaje de tubos y del Secreto del órgano que están siendo rehabilitados en el taller del restaurador portugués Dinarte Machado.

A lo largo de todo el verano se llevará a cabo la operación de montaje, aunque la labor más lenta y complicada será la de afine del instrumento. Agosto parece el mes más proclive para la ejecución de éstos trabajos, ya que la pieza deberá estar en perfectas condiciones para la celebración del día 15 de septiembre, festividad de los Dolores Gloriosos de la Virgen, fecha elegida para la inauguración de la rehabilitación del órgano barroco.

De esta forma, no sólo se habrían cumplido los plazos previstos, sino que se habrían adelantado los trabajos dos meses, ya que cuando fue desmontado todo el instrumento, en la segunda quincena de octubre de 2006, se habló de que los trabajos se extenderían por un periodo de dos años.

La recuperación del órgano de la iglesia de San Francisco tiene especial importancia por tratarse del único que queda en la Ciudad de los diez con que contó. Todos desaparecieron, la mayoría durante la Guerra Civil. En 2006, cuando se desmontó el de San Francisco, el entonces alcalde, Leoncio Collado, mostró interés por propiciar la reconstrucción del órgano barroco de la Colegiata. Aunque muchos pensaban que el primer templo de la Ciudad contaba con dos órganos gemelos, era uno único el que ocupaba el templo, aunque dividido en dos partes, el órgano en sí y la cadereta añadida posteriormente.

Su construcción comenzó en 1681. El encargo, por parte del Cabildo de la Colegiata, lo recibió Bernardo Llob. En 1716, el hijo de este organista, Fulgencio Llob, añadía un segundo teclado, que servía para hacer los efectos de eco y resonancia. Poco después, Jerónimo Caballero, se encarga de la construcción de la caja de este segundo agregado.

La pieza era de grandes dimensiones, ya que el castillo de los tubos llegaba hasta el punto más alto del templo. Desapareció en 1936. De él, sólo se conservan varios lienzos que están colocados en la Colegiata. La Anunciación, San Clemente y San Patricio, puertas menores del órgano, se pueden ver en las capillas de la girola.

El restaurador portugués que lleva a cabo la puesta en valor del órgano de San Francisco se interesó por la petición, hasta el punto de que visitó la Colegiata de San Patricio donde se encuentra una fotografía de la pieza. No se sabe si el encargo fue finalmente hecho, aunque éste tenía como principal objetivo inicial el estudio e investigación de las características del antiguo órgano.

La inauguración de la restauración del órgano de San Francisco será, según el presidente del Paso Azul, un acto muy «emotivo» no sólo para los azules, sino también para los lorquinos, ya que se trata de la recuperación de la única pieza de esas características que existe en la Ciudad.

Por el momento, se desconoce los actos que se convocarán en torno a la efemérides, aunque se cree que podría llevarse a cabo una exposición con fotografías y detalles sobre la rehabilitación, ya que ha podido ser seguida sólo por un grupo de privilegiados, por realizarse en Portugal. Lo que sí parece bastante claro es cuál podría ser la primera pieza que se interpretase tras su vuelta al templo de San Francisco. Muchos aseguran que La Salve, uno de los himnos más importantes y emotivos para los cofrades de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, debería ser la que sonara en primer lugar. La pieza dejó de sonar hace 30 años en el instrumento, cuando su voz se cayó. Algunos lorquinos recuerdan aquel momento todavía con gran tristeza.

 

 

Fuente: La Verdad / P.W.R.