Un siglo al servicio de la Amargura

Quien visita estos días el muBBla, museo de bordados del Paso Blanco, se sorprende al encontrarse en parte de los espacios expositivos una muestra que no es la habitual. Con el título de ‘Cien años al servicio de la Virgen de la Amargura’, la cofradía ha montado una exposición que se enmarca dentro de los actos conmemorativos del primer centenario del Coro de Damas de la Virgen.
El objetivo de la muestra es reflejar una parte del trabajo que las mujeres blancas han desarrollado en ese dilatado periodo, siempre centrado en la Amargura y lo que la rodea. Sin duda, el Coro de Damas tuvo singular protagonismo en el proyecto del manto y el palio del trono de la Virgen, que son Bienes de Interés Cultural, como lo tuvo a la hora decidir sobre los sucesivos tronos en que la imagen ha desfilado en las procesiones.
Si nos remontamos al 15 de diciembre de 1912, podemos enterarnos que fue la fecha en que quedó constituido el Coro de Damas de Nuestra Señora la Virgen de la Amargura. Y un mes después, 159 señoras asistieron a la primera junta general que presidió Teresa Soler de Márquez.
Desde entonces han pasado por la presidencia del Coro de Damas dieciséis personas que desarrollaron su actividad con el solo objetivo de mejorar, enriquecer, embellecer, todo lo que rodeaba a la Virgen de la Amargura.
Uno de los más ambiciosos proyectos que puso en marcha el Coro desde sus inicios fue el de crear una escuela taller de bordados, la cual fue formando a generaciones de bordadoras, lo que propiciará con el tiempo la promoción laboral de la mujer en la primera mitad del siglo XX.
Y buena parte de la exposición esta integrada, precisamente, por algunos de los bordados más sobresalientes de todas las épocas, entre ellos el Estandarte de la Virgen, los nazarenos diseñados como si fueran catedrales góticas, y los mayordomos de escolta, con medallones que recogen escenas de la Pasión.
Otra curiosidad de esta muestra es el poder contemplar el boceto original de la cabeza de la Virgen de la Amargura, que hizo el escultor Sánchez Lozano, que es el autor de la actual imagen en el año 1959, inspirándose en la primitiva de Francisco Salzillo, que fue destruida en la guerra civil. Varios de los vestidos de la Virgen, otras obras del bordado y documentos inéditos como el acta de constitución del Coro de Damas, se exhiben también en la exposición.
A algunos visitantes llama la atención el pequeño manto que aparece en uno de los espacios expositivos y que no pertenece al conjunto de obras relacionadas con la Amargura. Se trata del manto que llevaba en su coronación la Patrona de Lorca, Santa María la Real de las Huertas. Fue restaurado por el Coro de Damas con motivo de la visita de la patrona a la capilla del Rosario.
El proceso imparable donde la mujer cofrade irá tomando cada vez mayor protagonismo puede situarse en 1968 en que se elaboran unos nuevos Estatutos del Paso Blanco y se incorpora de forma definitiva a la mujer a la junta directiva de la cofradía.
En 1998 se elaboran otros Estatutos del Paso y es cuando la mujer alcanza total igualdad con el hombre. La presidenta del Coro, por reglamentación estatutaria, ocupará desde ese momento una vicepresidencia en la junta directiva, varias mujeres más ocuparán vocalías en dicha junta, y la mujer cofrade participa como mayordomo de organización de la procesión en la calle. Y ya no hay obstáculos en el Paso Blanco para que la mujer pueda participar de manera igualitaria en todos los estamentos de la cofradía, incluida la presidencia.

Fuente: La Verdad