12 de abril de 2009
La celebración de los blancos tras la aceptablemente buena procesión del Viernes Santo, se ha visto truncada por un hecho que no por avisado no ha suscitado todo tipo de comentarios.
Nos referimos a la llamada que el 112 recibió este mediodía alertando de un posible infarto que estaba sufriendo un cliente de la cantina que el Paso Blanco aún mantiene abierta a pesar de existir una orden firmada por Urbanismo para su cierre inmediato.
Las dificultades para la entrada de la ambulancia a la puerta de entrada han sido notorias. La cantina está situada en una calle privada que da acceso a un garaje vecinal que quedó inutilizado durante el largo tiempo en que la ambulancia permaneció asistiendo al enfermo.
Súmese a ello la imposibilidad de trasladarlo escaleras abajo con la camilla al no existir otra posibilidad de evacuación, ni tan siquiera un simple ascensor.
Tan sólo esperamos que el asistido se recupere satisfactoriamente, a pesar de los pesares.
fuente:lorcadigital.es
