En muchas ocasiones la capilla del Rosario, sede religiosa del Pao
Blanco, ha sido testigo de acontecimientos de diversa indole, siempre
relacionados con la cofradía, y siempre la respuesta de los blanco a
las distintas llamadas ha sido numerosa. No fue nada extraño verla de
nuevo llena ante la convocatoria del ex-presidente del Paso Blanco,
Agustín Aragón Villodre, para presentar un libro en el que se presumía
iba a plasmar mucho más que la simple narración de los hechos que
protagonizó en los seis años que estuvio al frente de la cofradía.
El propio Agustín Aragón, en la introducción de la obra ya advierte
que «si se tratara sólo de describir los acontecimetos que he vivido,
se llenaría facilmente un libro. En cambio, si se trata de mis
impresiones y mis sentimientos, no es nada fácil dar cuenta de ellos».
Y añade que «siempre he querido desprenderme de apasionamientos para
tratar con seriedad un tema que levanta ánimos desatados».
Una prueba de que no pudo evitar esa pasión de blanco, que le hizo
construir el volumen de una forma un tanto atípica, es otra advertencia
que hace en el índice y cuya realidad podrá comprobar el lector. «En
este libro se repiten palabras, frases e incluso discursos, pero he
querido que se edite como se concibió, sin revisiones, sin
correcciones. Todo lo que se indica en él es la verdad de los
acontecimientos que ocurrieron en mis seis años de presidencia».
Da la sensación de que Aragón, un apasionado de las procesiones, ha
querido aplicar a su libro la realidad de las mismas. Una vez que el
cortejo está en la calle no hay vuelta atrás. El ritmo, los errores,
las confusiones, o los problemas, no tienen posibilidades de arreglo.
Como buen mayordomo, a lo hecho, pecho, y para adelante.
La presentación del volumen estuvo a cargo de Gaspar López Ayala,
responsable de la Casa del Paso desde la primera junta directiva que
formó Aragón Villodre, que se refirió a la obra como una combinación de
historia de un periodo de la cofradía con vivencias y recuerdos de su
autor que le dan un interés especial. También aludió a la experiencia
de Agustín Aragón, atesorada durante su larga vida como procesionista,
que se reflejó en su labor.
El actual presidente del Paso Blanco, Ramón Mateo, recordó algunas
de las realizaciones de la etapa de Aragón y la herencia y las
enseñanzas que había dejado, «que son imperecederas». Breve también fue
el propio autor que destacó su esfuerzo por contar la verdad, sin
florituras, con alusiones repetidas a la Virgen de la Amargura.
El cierre de las intervenciones fue del alcalde, Francisco Jódar,
que vino a realizar un canto a la Semana Santa, «fiesta por antonomasia
de Lorca», y a la pasión que despierta entre los lorquinos. Y del autor
resaltó su «amor y entrega sin límites a esta ciudad y a sus
procesiones».
Al final, cada uno de los asistetes recibió un ejemplar de la obra
y con ella bajo el brazo salieron del templo el portavoz municipal
socialista, Leoncio Collado; los ex-presidentes blancos, Antonio
Alberto Gil Arcas y José María Fernández Pallarés; dirigentes de la
cofradía como María Luisa Martínez, presidenta del Coro de Damas, y las
ex-presidentas Carmina Aguirre, Quiqui Orcajada y Cari Arcas; y otros
numerosos miembros de la directiva de la cofradía.
Y también asistieron el presidente del Paso Azul, José Antonio Ruiz
Sánchez; el ex-presidente de esta cofradía, Cristóbal Alcolea; la
presidenta del Resucitado, Irene Mondéjar; el presidente del Paso
Encarnado, Fulgencio Soler; y el ex-presidmete del Paso Morado, Ginés
Guevara. Por la Cámara de Comercio, en la que Aragón es vocal,
estuvieron el vicepresidente, Jesús Fuentes, y el secretario general
Joaquín Gómez.
Fuente: La Verdad / A. S. / SONIA M. LARIO / AGM