Fulgencio Soler Díaz Presidente del Paso Encarnado

Los ‘rabaleros’ lo tuvieron claro desde el principio: la Semana Santa de Lorca tenía que celebrarse. En ningún momento dudaron de su participación en los Desfiles Bíblico Pasionales, como tampoco de que su Cristo de la Sangre recorrería las calles del Barrio en la madrugada del Jueves al Viernes Santo, protagonizando la Procesión del Silencio. Y eso que el 11 de mayo también se dejó sentir con intensidad sobre las casas, las calles… del barrio de San Cristóbal. Ni siquiera se libró la iglesia, que desde entonces está cerrada a cal y canto. El Cristo de la Sangre procesionará, pero lo hará desde una carpa instalada en el atrio de la iglesia de San Cristóbal. El arreglo del templo se ha convertido en todo un reto para la Archicofradía del Cristo de la Sangre, según su presidente, Fulgencio Soler Díaz, aparcando incluso algunos proyectos tan ambiciosos como ‘Voces de Cristo’ que se ha ralentizado hasta que se consigan superar las secuelas que dejó el terremoto.
-¿Qué tiene de diferente esta Semana Santa con respecto a otras de años anteriores?
-Yo creo que todo. Es diferente en todos los aspectos. Lo primero, que el terremoto nos dejó a todos sin iglesia. Es muy difícil afrontar una Semana Santa sin un lugar de donde sacar los tronos, donde realizar los oficios, donde tener los enseres… Esta Semana Santa va a ser también muy distinta por el estado anímico de los lorquinos. Necesitábamos echarnos a la calle, gritar, reir, llorar… Pienso que va a ser una especie de terapia de grupo para olvidar, aunque sea por unos días, los terremotos. Sé que el que más y el que menos pensó que había que suspender la Semana Santa, pero, pasado un tiempo, creo que ninguno dudamos de que tenía que celebrarse por Lorca, por los lorquinos.
-Sin iglesia, ¿de dónde se salen los tronos?
-Cuando no se tienen medios hay que agudizar el ingenio. Nosotros saldremos en procesión desde una carpa, pero no desde una carpa cualquiera. Queríamos que la salida procesional del Cristo de la Sangre fuese lo más idéntica posible a años anteriores. Entonces decidimos pintar la portada del templo en la carpa y hasta hacer unas puertas idéndicas. El resultado ha quedado bastante bien.
-Dos años sin ver al Cristo de la Sangre por el Barrio…
-No se podía permitir. Esta Semana Santa había que salir sí o sí, no podíamos volver a suspender la procesión, porque serían ya dos años sin ver al Cristo de la Sangre por el Barrio. Hay que recordar que el año pasado tuvimos que suspender la procesión porque cayó una tromba de agua. Este año necesitamos los sonidos de la Semana Santa.
-¿Hay estrenos este año?
-Hay uno que para mí es muy importante, pero me va a permitir que guarde silencio, porque quiero que sea una sorpresa. Vamos a intentar que la filosofía de la Semana Santa de Lorca, de guardar los estrenos hasta el último minuto, pueda estar vigente, aunque cada vez parece más difícil.
-¿No irán a estrenar las ‘Voces de Cristo’ este año?
-¡Ojalá!, pero no. A ese proyecto le queda todavía mucho. Está parado, ralentizado, ya que ahora lo más importante es remontar el terremoto. Seguimos trabajando en él, pero es una iniciativa muy ambiciosa que requiere de mucho trabajo y mucho dinero. La crisis ya provocó que no se pudiera acometer a la velocidad que pretendíamos y, ahora, con el terremoto, la situación se complica aún más. Tenemos un nuevo nazareno que estrenamos en la exposición de nuestra Casa Museo y otro en bastidor, pero para verlos por la calle falta mucho.
-Cuando presentó el proyecto ‘Voces de Cristo’ ya advertía que tenía un presupuesto millonario.
-Es cierto. Quizás es el proyecto más ambicioso de los encarnados. Nuestra intención inicial era estrenarlo en la Semana Santa de 2014, pero no creo que sea posible. El coste por nazareno ronda los 30.000 euros, aunque conseguimos rebajar esa cantidad hasta los 22.000 euros. Ahora es más difícil lograr dinero suficiente para que el proyecto vaya avanzando. Con la crisis las aportaciones que antes se realizaban al Paso se han mermado considerablemente. Ahora cuesta mucho más afrontar cualquier reto. La situación es muy complicada.
-Sin embargo, han tenido mucha suerte con la restauración de la iglesia de San Cristóbal, ya que son de los pocos que tienen benefactor…
-Estamos muy agradecidos, aunque nos gustaría que los trabajos fuesen un poco más rápido, pero no podemos ni debemos quejarnos, porque es cierto que templos como el del Carmen aún no han recibido ayuda alguna.
-Mañana al mediodía será la ‘Convocatoria’ en el Ayuntamiento. Son los únicos que mantienen esa tradición.
-Y esperamos mantenerla. Como cada año acudiremos el Jueves Santo por la mañana desde el Barrio hasta la ciudad. Me emociona especialmente cruzar el Puente Viejo del Barrio. Cuando empinamos la calle Álamo decenas de personas esperan a las puertas del Ayuntamiento a que lleguemos. Repartimos claveles encarnados que todos se ponen en la solapa. Ese día pienso que todos los de la ciudad se sienten un poquito más encarnados.
-Es destacable este año la solidaridad entre las cofradías.
-Quizás este año por lo que ha sucedido es más visible o los lorquinos se están dando cuenta de la ayuda que se prestan unas y otras cofradías porque está trascendiendo, pero le diré que la colaboración entre los pasos no es algo nuevo. Hay rivalidad, porque tiene que ser así, de lo contrario la Semana Santa de Lorca no sería diferente, pero es cierto que cuando algún paso necesita ayuda, ahí estamos todos.
-Han prestado su nave, sus tronos y hasta ha dado algún consejo.
-A la Hermandad de la Curia, Paso Negro, les dejamos espacio suficiente en nuestra nave para el trono de la Soledad, porque han perdido su sede religiosa tras el terremoto. A la Archicofradía de Jesús Resucitado les hemos dado ánimos para que celebraran su procesión, a pesar de que son los que peor están. No tienen iglesia, ni carpa, ni Casa del Paso… aunque lo que más necesitaban era apoyo y soluciones.

Fuente: La Verdad