El silencio se hizo una vez más rabalero en la madrugada del Jueves
Santo. Justo en el momento en el que el reloj marca la frontera con el Viernes
Santo, salía a las calles de San Cristóbal la Procesión del Silencio. Cientos de
personas esperaban en el atrio de la iglesia parroquial para ver la salida de
las imágenes de la Archicofradía del Cristo de la Sangre, Paso Encarnado.
Santo. Justo en el momento en el que el reloj marca la frontera con el Viernes
Santo, salía a las calles de San Cristóbal la Procesión del Silencio. Cientos de
personas esperaban en el atrio de la iglesia parroquial para ver la salida de
las imágenes de la Archicofradía del Cristo de la Sangre, Paso Encarnado.
Nuestro Padre Jesús de la Penitencia y la Virgen de la Soledad,
portada únicamente por mujeres, fueron los dos primeros tronos en incorporarse
al cortejo eminentemente religioso en el que sólo las saetas tienen licencia
para romper el silencio.
portada únicamente por mujeres, fueron los dos primeros tronos en incorporarse
al cortejo eminentemente religioso en el que sólo las saetas tienen licencia
para romper el silencio.
El último trono en salir fue el del titular, el Cristo de la
Sangre. Las emociones rabaleras se adueñaron entonces del ambiente. Tras su
paso, los responsables de las diferentes cofradías y las autoridades, entre las
que se encontraba el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel.
Sangre. Las emociones rabaleras se adueñaron entonces del ambiente. Tras su
paso, los responsables de las diferentes cofradías y las autoridades, entre las
que se encontraba el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel.
Fuente: La Verdad
A. S. / P. W. / T. M. | LORCA
Foto 1: La virgen de la Soledad a hombros de mujeres. / S. M. / AGM
Foto 2: Tercio de nazarenos y el trono del Cristo del Perdón, imagen titular. / S. M. L.
/ AGM
Foto 3:Trono de Nuestro Padre Jesús de la Penitencia. / S. M. L. / AGM