La virgen de los Dolores vuelve a la iglesia de San Francisco

Ya había entrado la madrugada del 23 de abril. Los portapasos enjugaban sus lágrimas después de la procesión y la entrada en el templo. A su alrededor, los vítores se sucedían y las gargantas apuraban sus fuerzas para gritar una vez más antes de la despedida. Frente a su trono, el uno pedía por un año lleno de alegrías; el otro, porque las cosas no empeoraran; y el de más allá, simplemente daba las gracias por su amparo. Era, un año más, el guión de despedida del Viernes Santo. Ese que marca que la Dolorosa no vuelva a salir de su templo hasta el año siguiente, en la tradicional serenata.
Pero ninguno de los azules allí concentrados sabía que solo 19 días después, la tierra y su temblor decidirían cambiar ese guión. Golpearon con toda su intensidad a la ciudad y a la iglesia de San Francisco, en cuyo interior se encontraba la Virgen de los Dolores, imagen titular del Paso Azul, junto al resto de las imágenes de la cofradía, el Cristo Yacente y la Coronación de Espinas. En 2011, la Dolorosa no esperaría 365 días para volver a salir de su templo. La naturaleza no quiso.
Con toda la premura posible, los cofrades desafiaron el mal estado del edificio para poner a salvo las imágenes, primero en casas particulares, y días más tarde en la Casa-Museo. De eso hace diez meses. Ayer, por fin, la Virgen de los Dolores regresó a su casa, a su templo. Lo hizo en el transcurso de una procesión que se celebró por la mañana y a la que acudieron cientos de azules. El estandarte guión y la Cruz Guía abrieron la comitiva, antes de dejar paso al estandarte del Cristo de la Coronación de Espinas y a la propia imagen acompañada de sus mayordomos portapasos.
La banda de tambores del Cristo de la Buena Muerte y el estandarte precedieron el paso de la talla y del estandarte del Reflejo. Se acercaba entonces el momento más esperado, la salida de la Dolorosa desde la Casa-Museo para regresar a su capilla en el lateral de la nave principal. Desde allí presidirá el programa de actos que en su honor comenzará a celebrarse en los próximos días, como preludio de la Semana Santa.
Las integrantes de la asociación de la Virgen de los Dolores, con su presidenta a la cabeza, caminaban delante de la imagen. Regresaba. Con la misma serenidad que desde el 11 de mayo ha transmitido a todos aquellos que se han acercado hasta ella en busca de consuelo por la tragedia vivida.
Poco a poco se acercaba a su templo, algo diferente, pero, en esencia, el mismo. La bandera de protocolo y la agrupación Musical ‘Mater Dolorosa’, con traje de gala, le daban escolta hasta San Francisco, la primera iglesia que reabre sus puertas tras los seísmos.
El acto concluyó con una solemne eucaristía para conmemorar el regreso de las imágenes y dar gracias por la reapertura de la iglesia tras las obras de rehabilitación que, casi milagrosamente, han concluido.

Fuente: La Verdad