Las cofradías se comprometen por escrito y con riesgo de sanción económica a cumplir los tiempos establecidos para el paso por la carrera principal

Tic-tac, tic-tac, tic-tac. Las cofradías van a tener que estar muy pendientes del sonido y el movimiento de las agujas del reloj durante la procesión del Viernes Santo. A ello se han comprometido con el objetivo de reducir los tiempos de paso y evitar así que el desfile más importante de la Semana Santa de Lorca se prolongue mucho más de tres horas.

El compromiso no es nuevo, pero la forma en la que se ha hecho sí. No es un acuerdo verbal, sino que figura por escrito, y además habrá sanciones económicas para aquella cofradía que no cumpla su parte.
La multa ascenderá al 5% de la subvención del próximo año por cada 10% de exceso del tiempo previamente asignado. Así, durante el la procesión de Viernes Santo, el Paso Blanco y el Paso Azul, las dos cofradías mayoritarias, tienen estipulado, respectivamente, una presencia en la carrera oficial de 70 minutos, 15 el Paso Morado y el Encarnado y cinco minutos la Hermandad de la Curia.

El tiempo será medido en una filmación de las procesiones que luego será proyectada, cronómetro en mano, en una reunión a la que asistirá el alcalde y los presidentes de las hermandades y cofradías, según explicó ayer el primer edil, Francisco Jódar, durante la firma de un convenio con los presidentes. Jódar matizó que «la Semana Santa de Lorca pierde mucho si se alarga en exceso, como ha ocurrido en años anteriores. Tengo que agradecer el gesto de responsabilidad de las cofradías porque durante muchos años se han estado pactando este tipo de acuerdos pero nunca de esta forma».

Jódar explicó que el dinero que se recaude en caso de existir alguna sanción, se reinvertirá en temas relacionados con la Semana Santa. No se tendrán en cuenta en el cómputo del tiempo, aquellos accidentes en carrera ajenos a la organización de las comitivas.

Fuente: La verdad

Foto: Juan Andrés Ibáñez, Fulgencio Soler, Fulgencio Martínez, José Ruiz, Elisa Campoy, e Irene Mondéjar en el Ayuntamiento. ::PACO ALONSO / AGM