Una explosión de pasión y color para cerrar los desfiles

Los desfiles bíblico pasionales llegaron este Viernes Santo a su culminación con el cortejo en el que participaron todas las cofradías, y en el que la rivalidad entre azules y blancos llegó al más alto nivel. Si la procesión del jueves fue llamativa, la de este Viernes Santo fue la suma de la visión que ambas cofradías ofrecen de su interpretación catequística del triunfo del Cristianismo sobre las diversas civilizaciones.

La jornada de Viernes Santo está repleta de puntos de atracción para los lorquinos y, en especial, para los visitantes. Desde bien temprano las iglesias de las cofradías, y de una manera especial San Francisco y la Capilla del Rosario, se abrieron al público para que se pudieran visitar las exposiciones con las imágenes y los bordados que por la noche lucieron los principales personajes de sus respectivos cortejos.

Fue la ocasión para poder contemplarlos con tranquilidad y apreciar la calidad y belleza del bordado, que es una de las características que distingue a la Semana Santa lorquina. Después, el ritmo de la procesión impide fijarse en los detalles de estos bordados, auténticas obras de arte.

A partir de las 19.30 horas, las cofradías acudieron a recoger sus banderas con música, estandartes y, sobre todo, con un numeroso grupo de enfervorizados cofrades que continuamente lanzan vivas, los remarcan con aplausos, y no dejan resquicio para ensalzar el color de su cofradía.

Ya, en la procesión, ante los ojos del espectador pasaron las grandes civilizaciones de la antigüedad, los personajes míticos que aparecen en la Biblia, los emperadores romanos y los reyes babilónicos y judíos, rodeados de séquitos fastuosos, en una puesta en escena espectacular.

Y como colofón de sus cortejos respectivos, azules y blancos, pusieron en procesión a sus Vírgenes titulares, la Dolorosa y la Amargura, que canalizan el fervor más encendido de las miles de personas que, dejaron de ser meros espectadores para convertirse en un coro de alabanzas.

Otras imágenes que aparecieron anoche en el cortejo fueron el Cristo de la Sangre y la Virgen de la Soledad, del Paso Encarnado; El Cristo del Perdón, y la Virgen de la Piedad, del Paso Morado; el del Cristo de la Buena Muerte, del Paso Azul; la Santa Mujer Verónica, San Juan Evangelista, del Paso Blanco.