Viernes santo. El esplendor de la pasión lorquina

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Todavía evoco el Viernes Santo de 2010 en el que la procesión blanca no pudo estar más completa y pasar con más esplendor, provocando el delirio de todos los que desde los palcos, balcones y calles veían la entrada en carrera de nuestro cortejo con la espectacularidad y grandiosidad de la que el Paso Blanco hizo gala, para satisfacción y orgullo de todos los blancos y para el pueblo de Lorca. Verdaderamente fue colosal. ¿Y este año qué?. Pues nuevamente volverá a ser genial. Un Viernes Santo más, la Reina de Lorca y de la carrera, la Virgen de la Amargura, saldrá, pasará acogiéndonos en sus brazos abiertos, enamorará y emocionará como siempre a los miles de blancos y, en general, a todos los que la vean.
La casa en la que la veneramos todos, la Capilla del Rosario, en el conjunto monumental de Santo Domingo, está que hace que de lo más profundo de nuestras almas salga una exclamación al ver que la ornamentación y exposición de todas las «joyas» que van a procesionar están colocadas con una perfección que sólo el cariño y sensibilidad de esos blancos y blancas apasionados por la devoción y amor a la Virgencica hacen que sus manos trasladen a los mantos, túnicas, estandartes y centros florales un arte que sólo desde lo más hondo de un sentir se puede conseguir: El amor a la Reina de Lorca y a nuestra Virgen Guapa.
La mañana del Viernes Santo hace que todos los temores, inquietudes, cansancio y sensaciones de querer superar lo anterior se disipen. Ya estás ahí mirando y recibiendo a todos los que te quieren ver, contemplar y decirte «cosas en silencio». Tus blancos y en general Lorca entera, nos engalanamos para que este día sea una gran fiesta para todos pues te vamos a ver primero en tu casa, después procesionando con tu esplendor de siempre, y luego recogiéndote acompañada de tu pueblo, tu pueblo blanco, emocionado al ver lo que consigues saliendo y pasando sólo una vez y de nuevo poniendo broche de oro a nuestro Viernes Santo.
La calle está a rebosar, la Capilla del Rosario, tu casa, parece que va a ser imposible que podamos entrar, pues todos queremos estar lo más cerca posible a ti y no dejarte. Hoy tienes a tu lado, junto a otros blancos muy queridos, a uno joven y muy especial y te habrá transmitido toda la pasión, cariño y sentir de los blancos en estas fechas.
Ayer se emocionaría al ver nuestro Cristo del Rescate, primera imagen portada a hombros procesionando en nuestra Semana Santa, del que él también tuvo el honor de ser costalero, y cómo mueve al pasar sentimientos a propios y ajenos: Domingo, coge un clavel de los miles que recibe nuestra Virgen y ponle todo el cariño de Lorca y sus blancos y dáselo a Ella.
Bien Virgencica, cerramos este día orgullosos, satisfechos, emocionados y gritándote: ¡Guapa, guapa, guapa! al son de nuestro himno: El Tres y ya pensando en el próximo Viernes Santo. ¡Viva la Virgen de la Amargura!

Fuente: La Verdad