La cofradía blanca, como es habitual en esta procesión, que suele culminar con el trono del Cristo del Rescate escoltado por una sección de la Legión, y en la que también destaca el trono de la Oración en el Huerto, lanzó a la calle un alarde sus grupos bíblicos, centrándose en el inicio, en su visión del mundo romano con los emperadores Octavio, Teodosio, Licinio, Constantino y Magencio conduciendo carros de guerra con cuatro, cinco y hasta ocho caballos en línea, todos ellos relacionados de alguna forma con el Cristianismo.
La segunda parte del cortejo blanco estuvo dedicada al pueblo judío, primero con Salomón y todo lo que conllevó su reinado y la relación con la Reina de Saba, con el simbolismo de la construcción del Templo de Jerusalén, y la crisis que se planteó a su muerte con la división de las tribus en su apoyo a Jeroboán y Roboán. La parte bíblica se cerraba con el Anticristo y la caballería de la Visión de San Juan.ç
Fuente: La Verdad