La Amargura puso el broche de oro en su nuevo trono de andas

Nada. Absolutamente nada ni nadie es capaz de describir el sentimiento que el pasado Viernes Santo embriagó a miles de blancos al ver en la carrera principal a la Virgen de la Amargura, la Virgen guapa, en su nuevo trono de andas. Inexplicable, irracional, ferviente, pasional, y desgarradora es la pasión que el pueblo blanco compartió con su imagen titular portada a hombros por 133 almas blancas, corazones blancos impregnados del amor recíproco con la imagen que, orgullosos y con la máxima fe posible, portaban. La Virgen de la Amargura ponía así el broche de oro al cortejo del Viernes Santo.

El trono procesionó con todo el esplendor que sus creadores y la directiva del Paso Blanco han intentado transmitir desde el comienzo de este ambicioso proyecto que ha tardado tres años en hacerse realidad. No podía ser otro número. El Tres blanco que el pasado viernes se escapó una y otra vez de las cornetas y tambores de la Agrupación Musical Virgen de la Amargura junto con el ¿Guapa, guapa! tarareado por los seguidores de la cofradía.

Pan de oro

El trono está realizado en madera de cedro real en el taller de talla y carpintería religiosa de los hermanos Caballero González, en Sevilla, autores de retablos, pasos y tronos para distintas hermandades hispalenses y de otras ciudades andaluzas. Va soportado por seis varales de diez metros de longitud cada uno, con cabezales tallados y calados. La canastilla ofrece una serie de detalles en su talla de gran interés y belleza. En cada una de las cuatro esquinas lleva un contrafuerte muy voluminoso tallado y calado y en el centro van adosadas quince cartelas talladas y caladas con óvalos en sus centros, donde van colocados los altorelieves realizados en marfil, en alusión a los quince Misterios del Rosario. En el centro de la delantera se acopla el águila de San Juan, totalmente tallada en madera, con un rosario en sus garras.

El dorado del trono ha sido realizado por el taller de Miguel Santana Morató, también en Sevilla, que restaura y dora el retablo de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Se han usado 45 paquetes de pan de oro de 23 quilates.

En cuanto a los altorelieves de marfil, son obra del escultor Mariano Sánchez del Pino, y la orfebrería es un trabajo de Manuel Ríos e hijos. En este trono son suyos los diez varales de palio en oro de 24 quilates con basamento de plata, crestería y perillas para el techo del palio, los enmarcados de los misterios, las tacillas en plata para las tulipas, así como los ocho corbais también en plata para el arreglo floral. Un encaje en oro, estilo gótico, realizado en el taller de la cofradía recubre las faldillas del trono.

Dando escolta a la Virgen, la banda con los nuevos trajes de gala y el banderín que completa un conjunto estrenado este año en su totalidad y que fue presentado en los días previos a la Semana Santa.

Los mayordomos de la cofradía cerraban la comitiva seguidos de cientos de fieles que iban abandonando los palcos a toda prisa para poder asistir a la recogida de la imagen titular en la capilla del Rosario, dónde se dio continuidad a la explosión de pasión, amor y fervor demostrada durante toda la jornada.

Fuente. LaVerdad.es A. S. / P. W. / T. M. / S. M. L. / AGM